El glaciar Perito Moreno y el cerro Chaltén son dos elementos simbólicos del área protegida con reconocimiento mundial. El primero tiene una longitud cercana a los 30 km y un frente de 4 a 5 km sobre el brazo sur lago Argentino. El cerro Chaltén mide 3.405 ms.n.m. y es un destino buscado por escaladores de todo el mundo.
Los glaciares protegidos en este Parque, generados hace siglos y aún milenios, son testimonio de enormes masas de hielo que dominaron parte del planeta durante los últimos dos millones de años y presenciaron el nacimiento de la humanidad.
Preservar y disfrutar de este sitio hace referencia no sólo a la biodiversidad, sino que abre una puerta a imaginar lo que fue la era del hielo en el tercer campo de hielo continental actual más grande del planeta. El Parque Nacional Los Glaciares fue creado en 1937 y declarado Sitio de Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1981.
El Parque Nacional Los Glaciares se encuentra emplazado en las ecorregiones de la Estepa Patagónica y los Bosques Patagónicos. Su nombre evoca la magnitud de los numerosos glaciares que contornean el paisaje de la cordillera austral. En sus lentos movimientos estos gigantes ríos congelados forman constantemente siluetas caprichosas que avanzan y retroceden. Incluso, algunas de ellas recuerdan a puentes, diques y cavernas.
Los desprendimientos de grandes bloques de hielo son igual de impactantes que la visión que ofrecen las grandes masas glaciarias entre montañas y bosques. El glaciar Perito Moreno es el de mayor renombre a nivel mundial debido a la facilidad de acceso y el periódico espectáculo de su ruptura.
El paisaje se completa con la presencia de lagunas y ríos de deshielo, lagos y cerros imponentes como el Chaltén o Fitz Roy y el Torre.
Por su espectacular belleza, su interés glaciológico y geomorfológico y las especies de su fauna en peligro de extinción, en 1981, la UNESCO lo declaró Patrimonio de la Humanidad, convirtiéndose en el primer Parque Nacional en obtener dicha mención.
Templado a frío y húmedo. Las temperaturas medias van desde los 0,6°C en invierno y 13,4ºC en verano, para las zonas más bajas (en las de mayor altura la temperatura media anual rondaría los -3° C). En promedio, hay desde 500 a 900 mm anuales de lluvia, de este a oeste, distribuidos bastante homogéneamente a lo largo del año. Hay nevadas abundantes durante los meses más fríos y vientos más intensos en el verano.
La temporada ideal para visitarlo es primavera, verano y principios de otoño (septiembre-abril).
En los bosques se destacan la lenga, el ñire y el guindo; hacia el este, a medida que se desciende de los cordones montañosos, comienzan a preponderar el notro y el calafate.
Finalmente se abre la estepa patagónica con sus característicos pastizales y arbustos achaparrados y espinosos, como el coirón, neneo y mata guanaco, entre otros.
Entre las aves se puede encontrar desde el cóndor, águila mora, carpintero patagónico y yal austral hasta el pato de los torrentes.
Además, se puede ver al emblemático huemul –cuya población más austral encuentra refugio en este parque-, el zorro colorado y el puma, entre otros mamíferos nativos.